Según WorldThrombosisDay.org¹, una de cada cuatro personas en el mundo muere de trombosis, que suele ser silenciosa y puede ser mortal. En Brasil, la incidencia es de alrededor de uno a dos casos por cada mil habitantes por año, es decir, hasta 400 mil casos por año². El conocimiento de la enfermedad puede prevenir el desarrollo de Tromboembolismo Venoso (TEV), Trombosis Venosa Profunda (TVP), Embolia Pulmonar (EP), infarto de miocardio e Ictus (Accidente Vascular Cerebral).
Entre los exámenes clínicos más importantes para la prevención de la trombosis están las pruebas de hemostasia, por ello, Siemens Healthineers, a través de su área de Diagnóstico de Laboratorio, y con el fin de contribuir con más información de calidad sobre el problema, pone a disposición las Hemostasis Science Weeks, una serie de conferencias científicas gratuitas, en línea, en las que participan expertos de laboratorio clínico de diferentes partes del mundo. En este foro, destacados profesionales de la hemostasia compartieron sus conocimientos científicos sobre la práctica clínica actual, las novedades y el futuro de las pruebas de hemostasia. Consulte el programa completo al final del artículo.
¿Qué es la trombosis?
La trombosis se caracteriza por la formación de coágulos en el interior de los vasos sanguíneos, donde la sangre en estado líquido se convierte en una forma más espesa de células y otros elementos y que puede obstruir parcial o totalmente los vasos. Existen la Trombosis Arterial y la Trombosis Venosa, aunque ambas están en el contexto de la circulación, tienen características muy particulares.
Trombosis Arterial - predominio de las plaquetas, que suelen depositarse en una placa de calcio o grasa. Los coágulos que se forman en el interior del corazón pueden pasar a la circulación y obstruir una arteria a distancia, un proceso denominado embolia, que puede provocar un ictus, un infarto y la gangrena de los miembros.
Trombosis Venosa - la obstrucción venosa secundaria o principal, que afecta preferentemente a los miembros inferiores y, en la mayoría de los casos, está asociada a factores de riesgo. Este tipo de trombosis suele provocar hinchazón en la parte del cuerpo afectada y dolor, y cuanto mayor sea la vena afectada, mayor será la repercusión clínica. Los coágulos que se forman tienen un predominio de células sanguíneas ligadas a factores de coagulación y el desprendimiento de fragmentos puede llegar a los pulmones, provocando una embolia pulmonar (EP). La trombosis venosa profunda (TVP), a diferencia de la trombosis arterial, rara vez provoca la pérdida de una extremidad, pero es una enfermedad que comienza de forma silenciosa y puede ser mortal.
¿Cómo diagnosticar?
A través de las pruebas de hemostasia, o también llamadas pruebas de coagulación, se extrae sangre y con ella se puede comprobar cómo está la cantidad de plaquetas presentes en el organismo del paciente. Son las que ayudan a detener la hemorragia cuando se tiene una lesión, yendo a la herida y adhiriéndose unos a otros haciendo una especie de "red" para que se detenga la hemorragia. Sin embargo, las sustancias liberadas de la herida, más los compuestos transportados por las propias plaquetas, pueden formar un coágulo. El recuento de plaquetas se realiza en un equipo de hematología.³
¿Factores de riesgo?
En general, los principales factores de riesgo son:
- Obesidad
- Uso de medicamentos basados en estrógenos, como los anticonceptivos femeninos
- Período de posparto;
- Humo
- Antecedentes familiares de TEV
- Inmovilidad prolongada
- Hospitalización
- Cáncer
- Traumatismo.
¿Prevención?
Hoy en día, la TEV puede considerarse ya un problema de salud pública, por lo que es importante que los profesionales de la salud estén preparados para recomendar una evaluación clínica a aquellos pacientes que hayan sido intervenidos quirúrgicamente, estén hospitalizados durante un largo periodo de tiempo o tengan antecedentes familiares.