
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2020, el cáncer de mama era el tipo de cáncer más común con más de 2,2 millones de casos globales registrados. A finales de 2020, había 7,8 millones de mujeres vivas a las que se les había diagnosticado cáncer de mama en los cinco años anteriores, lo que lo convierte en el cáncer más prevalente del mundo.
Este padecimiento cobra la vida de miles de mujeres anualmente, por lo que, en el Mes Rosa también conocido como el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, es necesario hacer un llamado para estar alertas de cualquier síntoma y seguir las medidas de control correspondientes.
En promedio, 1 de cada 8 mujeres desarrolla cáncer de mama a lo largo de su vida. La regla general es que cuanto antes se detecte la enfermedad, menor será el número y la intensidad de los procedimientos, mayores serán las posibilidades de recuperación y antes podrá el paciente volver a una vida normal.

Detección temprana del cáncer de mama
Cabe destacar que las maneras de detección varían de acuerdo con el caso de cada paciente. El sector salud ha trabajado constantemente para poder entregar hoy en día, herramientas como la resonancia magnética de mama y alternativas de ultrasonido dedicadas a detectar el cáncer de manera más temprana, y así avanzar hacia una atención personalizada.
De cualquier manera, la mamografía es el método más eficaz para este fin. De acuerdo con la Sociedad Alemana contra el Cáncer (Brustkrebs Deutschland e.V) el tamaño medio de un bulto detectado por mamografía es de 0,5 cm, mientras que el tamaño medio de un bulto que las mujeres pueden detectar mediante la autoexploración habitual es de 2 cm.
Mitos y realidades sobre el cáncer de mama
Aunque el cáncer de mama es uno de los más estudiados, todavía existen muchas ideas erróneas que pueden generar miedo o confusión. Conocer la diferencia entre mitos y realidades es clave para tomar decisiones informadas sobre prevención, diagnóstico y tratamiento.

Mito 1: "Solo las mujeres mayores desarrollan cáncer de mama"
Realidad: Aunque el riesgo aumenta con la edad, el cáncer de mama puede presentarse en mujeres jóvenes e incluso, en casos poco frecuentes, en hombres.

Mito 2: ''No tengo antecedentes familiares, así que no debo preocuparme''
Realidad: La mayoría de los casos no están relacionados con antecedentes familiares. Factores hormonales, ambientales y de estilo de vida también influyen.

Mito 3: "La mamografía es dolorosa y peligrosa."
Realidad: Esta es una creencia popular que se presenta al asociar la compresión de la mama con un efecto doloroso. Sin embargo, este proceso es importante para obtener una buena imagen interna de ella y así realizar un buen diagnóstico. En realidad, los márgenes de dolor que se presentan suelen ser mínimos y no representan ningún riesgo para la paciente.

Mito 4: "Si no tengo síntomas, no necesito hacerme estudios"
Realidad: El cáncer de mama puede no causar síntomas en sus etapas iniciales. Los chequeos regulares son fundamentales para detectarlo a tiempo.

Mito 5: "Un resultado anormal siempre significa cáncer"
Realidad: No necesariamente. Muchas veces se requieren estudios complementarios —como ultrasonido o resonancia— para confirmar o descartar un diagnóstico.

Mito 6: "El cáncer de mama siempre implica perder el seno"
Realidad: Gracias a los avances en diagnóstico y tratamiento, muchas pacientes pueden conservar su mama y acceder a terapias menos invasivas.



