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Servicio rápido: un arma potente contra l as secuelas del ACV

2021-12-17

Cada año, alrededor de 15 millones de personas en todo el mundo desarrollan algún tipo de ACV. De este total, unos 5 millones mueren y otros 5 millones quedan discapacitados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En América Latina, el panorama es proporcional a estos datos: solo en Brasil, más de 102 mil personas murieron como consecuencia de un ACV en 2020; en México, alrededor de 170 mil pacientes son diagnosticados anualmente con la enfermedad, que es la causa más común de discapacidad en los adultos.

Según la Organización Panamericana de la Salud, el ACV es la segunda causa de muerte más frecuente en los países de América Latina, con una tasa de 41 muertes por cada cien mil habitantes, mucho más alta en comparación con las cifras de Estados Unidos y Canadá (21,9 muertes por cada cien mil habitantes).

El tiempo juega un papel fundamental en el tratamiento del ACV: cada minuto sin circulación sanguínea en el cerebro provoca la muerte de dos millones de neuronas, responsables de comandar las funciones cerebrales que pueden perderse parcial o permanentemente. Cada minuto cuenta en la batalla por la vida o contra las secuelas de un ACV.

"Un accidente cerebrovascular es una emergencia y, por tanto, requiere una atención médica extremadamente rápida, ya que el tiempo de respuesta limitará la gravedad de las secuelas o incluso salvará la vida del paciente", comenta Sergio Domínguez, Head de Tratamiento Cardiovascular y Radiología Intervencionista de Siemens Healthineers para América Latina. "El tiempo, los recursos y los protocolos para dar respuesta a esta emergencia son factores clave en todo el proceso del paciente, desde la sintomatología hasta la atención y el seguimiento”, añade Domínguez.

Cerebro

Este alarmante escenario, sin embargo, puede transformarse mediante la prevención y la agilidad en la atención de los pacientes afectados por ACV. Aproximadamente el 90% de los casos de ACV se pueden prevenir, ya que los principales factores de riesgo se pueden controlar y tratar con anticipación.

La hipertensión, los problemas cardíacos y el colesterol alto aumentan las probabilidades de sufrir un ACV. La diabetes y el tabaquismo también representan factores de alto riesgo, que pueden aumentar esta posibilidad de dos a cuatro veces.

Al tratarse, en la mayoría de los casos, de una ocurrencia predecible, es fundamental implementar estrategias eficientes enfocadas tanto en la prevención como en la atención rápida a los pacientes con ACV.

En esta nueva asociación, Siemens Healthineers proporcionará materiales educativos y capacitación para los profesionales de la salud, basados en las últimas tecnologías y procedimientos para la atención del ACV, así como apoyo para la creación de protocolos de atención. La empresa cuenta con un completo portafolio de soluciones enfocadas a reducir el tiempo de respuesta en la atención al paciente y acompañarlo durante todo el ciclo asistencial.

"La certificación de los centros de ACV es crucial para garantizar que los hospitales implementen y monitoreen todas las estrategias prioritarias que cambian la historia natural de la enfermedad, ayudando a reducir la mortalidad y la discapacidad. Será una gran oportunidad para la mejora continua de los servicios y para la calificación de la atención integral en la región", comenta la Dr.ª Sheila Martins, presidenta electa de la WSO, evaluando la importancia de la acción para ayudar a transformar la realidad del ACV en América Latina.